El consejero de Sanidad de la Junta, Alejandro Vázquez, insistió hoy, en el desayuno informativo de Executive Forum, celebrado en Segovia, que hay que alcanzar un Pacto por la Sanidad de Castilla y León con la implicación colectiva de todos los agentes del sistema sanitario y social, que permita aunar esfuerzos para avanzar en la consolidación y mejora del sistema, se garantice su supervivencia y sostenibilidad, con soluciones para hacer frente a los seis desafíos, que desgranó ante los participantes.
Para Vázquez, el primer desafío del sistema sanitario de Castilla y León es el papel de la salud pública. El COVID-19, sostuvo, ha hecho tomar conciencia del carácter esencial de la salud pública en el sistema sanitario. Fruto de esa experiencia y ante la posibilidad de futuras crisis sanitarias, no se pueden cometer “los mismos errores”, dijo el consejero, lo que obliga “a impulsar, potenciar y fomentar todas las actuaciones relacionadas con la salud pública”.
En segundo lugar, hizo referencia al papel y la experiencia de los pacientes y usuarios, para señalar l la desafección de los usuarios con respecto al sistema sanitario, por lo que Vázquez hizo hincapié en la necesidad de desarrollar medidas que permitan mejorar y recuperar la comunicación con el paciente con médicos y enfermeros.
El tercer reto es la atención a la cronicidad. En este apartado, el consejero insistió en que las enfermedades crónicas son “el gran desafío para los sistemas de salud y los servicios sociales”, al traducirse en multitud de aspectos con implicaciones económicas, sociales y de toda índole.
Alejandro Vázquez anunció la reformulación de la Estrategia de Atención al Paciente Crónico aprobada en 2013, para adaptarla a la situación actual, para añadir que Castilla y León “está trabajando en la definición de la Estrategia Regional de Medicina de Precisión, que esperamos poder presentar en los próximos meses”, que es el cuarto reto del sistema sanitario de esta Comunidad
El quinto, la situación de los profesionales sanitarios. Vázquez realizó un reconocimiento a su labor y dedicación frente al COVID-19. Además, Castilla y León se enfrenta a la disponibilidad de profesionales por parte del sistema de salud, que se encuentra cada vez más comprometida en más territorios y especialidades, incluso empieza a cernirse sobre la enfermería. De ahí, la necesidad de afrontar la situación tomando medidas de incentivación, otras estructurales y a corto plazo.
El consejero de Sanidad también recordó ante los participantes en este desayuno la importancia para esta Comunidad de una nueva financiación autonómica, que es fundamental con vistas a poder garantizar y consolidar su sostenibilidad.
El consejero no se olvidó de explicar el contexto demográfico y asistencial de Castilla y León. Entre las particularidades que presenta, se ha referido especialmente a la extensión del territorio y al envejecimiento de la población, lo que marca la importancia de la cronicidad así como la elevada tasa de dependencia. “El escenario en el que tenemos que prestar asistencia sanitaria en Castilla y León viene condicionado por una población envejecida, con un alto grado de cronicidad y dependencia y que viven en núcleos de población pequeños y dispersos”, desgranó.
Según Eurostat, citó Alejandro Vázquez, para las siguiente tres décadas, hacia 2050, cuatro de las diez áreas más envejecidas de Europa serán españolas y, de ellas, dos serán de Castilla y León. De este modo, señaló que el envejecimiento de la población constituye uno de los núcleos del desafío demográfico, que conlleva “considerables costes relacionados con una adecuada atención sanitaria y una provisión de cuidados muy necesarios en este grupo de personas, así como en la intensificación en el uso de los servicios sociales”.
El consejero de Sanidad fue el protagonista del desayuno informativo organizado por Executive Forum, con la colaboración de Abbott y Pfizer, que tuvo lugar en el Hotel Cándido de Segovia. En la mesa principal también estuvieron la directora de Relaciones Institucionales de Pfizer, Concha Serrano, y el director de Ventas y Market Access de Abbott Diabetes Care, José María Barranco.
En su intervención, Serrano hizo alusión a la larga trayectoria de colaboración de Pfizer con la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, con proyectos de todo tipo, formativos y educacionales, fundamentalmente. “La pandemia nos ha mostrado que la colaboración público-privada es buena y nos da réditos a todos”, resumió.
Por su parte, Barranco, explicó que, en el campo de la diabetes, uno de los retos es favorecer el acceso de las personas a la tecnología. Conscientes de ello, Abbott ha puesto a disposición de los pacientes el sistema flash de monitorización de glucosa intersticial que ha demostrado ser preciso y fácil de usar, ya que sustituye a las tiras reactivas de glucemia capilar y aporta al paciente datos de calidad para tomar decisiones terapéuticas, a la vez que aumenta su calidad de vida.
En Castilla y León, pacientes de diabetes tipo 1 disponen de este sistema flash, que pudieron telemonitorizarse durante la pandemia teniendo un control óptimo de su condición. La apuesta de Abbott es acercar esta tecnología a un mayor volumen de personas con diabetes y, concretamente, a quienes tengan un diagnóstico con diabetes tipo 2, para que realicen terapia intensiva con insulina. Actualmente está en proceso la financiación de este colectivo de pacientes, según indicó.