El alcalde de Soria, Carlos Martínez, reconocía sentir cierta envidia sana por el trabajo que realiza Valentín Guisande. Es más, sin tapujos revela que le hubiera gustado ser Valentín por “la dedicación y pasión con la que vive la naturaleza y siente y ama su provincia”. Su pasión llega a ser un canto a la vida que se revela en la mirada de ese animal que vuela, en la fotografía de ese lobo errante por la nieve entre Soria y La Rioja, al que tanto le costó fotografiar. Cada instantánea da muestra de la paciencia y el tesón de Guisande, que comenzó a fotografiar naturaleza a los 14 años. Su amor hacia ella le han hecho un experto del medio ambiente Soria que posee espacios naturales, por su despoblación, casi vírgenes, muy poco humanizados.
El regidor quiso rendir ayer tributo al trabajo de este fotoperiodista de ‘Heraldo-Diario de Soria’, que se ha convertido en el Félix Rodríguez de la Fuente soriano. En sus ratos libres en los puentes e incluso en las vacaciones patea el campo, la alta montaña y la estepa soriana para tomar el pulso al estado de la naturaleza en la provincia y hacer unas magníficas fotografías que sirven para evidenciar que hay especies en regresión, otras invasoras y otras nuevas que eligen Soria como residencia.
Valentín Guisande ha puesto a la venta desde hoy la ‘Guía de la fauna de Valonsadero’, una publicación coeditada con el Ayuntamiento de Soria’, que recoge a través de 288 páginas 572 imágenes y un código QR que permite visualizar el video del proyecto. La guía adentra a los sorianos y amantes de la naturaleza en las 3.000 hectáreas de este monte, ubicado dentro del término de Soria, donde se celebran buena parte de los festejos de las fiestas de San Juan. El fotógrafo de naturaleza ha logrado fotografiar a 208 especies que habitan entre robledales, prados, donde pasta el ganado, y bosques llenos de encanto.
La portada de la publicación está dedicada a los ojos del cárabo que “vigilan de noche Valonsadero” y logró captarlo cerca de las pinturas rupestres.
El paciente Valentín se conoce de palmo a palmo este lugar al que ha acudido 572 veces para poder fotografiar la naturaleza en estado puro. “Un buen amigo mío siempre me dice que los animales no entienden de guiones. A veces espero camuflado horas y no consigo nada y otras estoy un rato y aparecen especies como ese cárabo. Ese día es una fiesta. Es más difícil fotografiar a los animales que a los políticos que están acostumbrados a posar”, destaca entre risas a ICAL.
El búho real ha sido una de las especies que ha logrado fotografiar Guisande y que no se encontraba en el censo que realizó el ornitólogo Juan Luis Hernández en el año 2.000. Este ave anida en el Pico Frentes pero tiene establecida su zona de caza en Valonsadero.
Además, la guía muestra a los grandes mamíferos que habitan el monte como el jabalí, el corzo el ciervo, y otros más pequeños como el conejo “casi extinto” o el zorro. También muestra siete tipos de murciélagos, anfibios como el sapo partero, la rana de San Antonio o reptiles como los diferentes tipos de culebra de agua, la lagartija colilarga que es “la más representativa de Valonsadero”. A estos se le unen el mejillón de río, el eslizón tridáctilo o variedades de peces como la trucha, la boga o el cacho “autóctonas, pero más escasas”.
El paseo que promete la publicación también permite conocer a los invertebrados del montes soriano como los grillo o los escarabajos longicornes que “desafortunadamente intentan comer los robles del bosque”.
Las fotografías vienen acompañadas de un texto explicativo, ya que la publicación tiene un afán didáctico, según el autor. De este modo, explica las singularidades de cada especie y describe si el animal vive permanentemente en esta zona especial de esparcimiento, está de paso o viene de África a criar. Además, ha asociado algunas de ellas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. “La pobreza con la ardilla, que es una sembradora natural, las aguas limpias con la nutria, la igualdad con el sapo partero”, relata.
El trabajo de Guisande que vende ejemplares en el establecimiento FOCAL400 no se queda en esta guía. Cuando el acaparador trabajo de fotoperiodista se lo permite su familia y él recorren la provincia la pulsar la vida al medio ambiente soriano e incluso al de La Rioja, Segovia y Guadalajara.
A finales de 2014 publicó ‘Encuentros con la fauna’, un libro de la naturaleza soriano que incluía fotografías realizadas con cámaras de fototrampeo a varios lobos híbridos que habitaban en Soria.
“Yo sigo realizando el censo del lobo. Lo he conseguido fotografiar por el norte pero no vive en la provincia solo entra por La Rioja y también por el sur por la zona de Tiermes”, señala para insistir que sería necesario que el lobo habitara en la provincia para regular la sobrepoblación de corzos.
De este modo, su pasión por la naturaleza de la provincia le han llegado a ser un experto de su estado, y de este modo, asevera que hay muchas especies en regresión y otras como el mapache o el castor que han llegado para quedarse. “En Soria no hay casi conejos y eso es porque se ha alterado el ecosistema”, apostilla.
Sus largas esperas de cuatro o cinco horas agazapado en un escondite con sus prismáticos o en ‘geisers’ hacen que cada publicación de Valentín Guisande sea aplaudida por el público. Él asegura que su trabajo no es solo suyo, ya que su amor por la vida más primitiva se la ha sabido trasmitir a su mujer e hijos que le acompañan en sus escapadas al campo. “Somos nómadas y nos gusta ir a la alta montaña soriana y también a las zonas desérticas del sur de las provincia”.