La Unión de Pequeños Agricultores de Castilla y León (UCCL) considera imposible cumplir el protocolo de flexibilización del Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis anunciado por la Junta para las provincias cuya prevalencia sea inferior al uno por ciento, y que permitiría a los ganaderos vender a cebaderos calificados terneros negativos de menos de doce meses de explotaciones en las que se hayan marcado un pequeño porcentaje de animales.
Para UCCL, los requisitos que se exigen en este protocolo no permiten salirse de las norma actualmente establecidas para explotaciones positivas. “Realmente no está hablando de explotaciones con posibles falsos positivos, sino de animales dudosos a la prueba en piel, es decir, a todas luces negativos. Por lo tanto, no soluciona en nada el grave problema de restricciones de movimientos que genera en las explotaciones el gran número de falsos positivos, es decir, de animales que una vez marcados, dan negativo en el cultivo posmortem”, asegura la organización agraria en un comunicado.
A su vez, también se critica la descoordinación en el seno de la propia administración, “pues los responsables de algunas unidades veterinarias, ni siquiera conocían la existencia de dicho protocolo, y se asegura que el mismo se queda “en papel mojado, tratándose una vez más de una venta de humo por parte de la administración, que en nada soluciona la situación de los ganaderos”.
UCCL considera que la solución pasa por dejar que los animales menores de 12 meses de estas explotaciones puedan ser vendidos a cebaderos calificados cuyo único destino posterior sea el matadero. En todo caso, y como solución alternativa, plantea exigir una prueba de saneamiento a los animales que vayan a ser vendidos, de forma que los ganaderos puedan regularizar sus ingresos y organizar adecuadamente el manejo de su ganado, “y dejen de pagar de su bolsillo una política de sanidad animal injustamente entendida y aplicada por parte de la administración”.