La Asociación de Turismo Rural de la provincia de Burgos (TURALBUR), -integrada en la Federación de Turismo Rural de Castilla y León- lamenta que, en la práctica, más del 95 por ciento de los establecimientos de turismo rural de la provincia queden al margen del bono turístico ofertado por la Junta.
Así lo aseguraron a través de un comunicado, en el que recuerdan que, lo que en principio se consideraba una buena idea, para reflotar el sector, tras los peores 18 meses de la historia para el turismo rural, debido a las consecuencias de las medidas adoptadas para combatir la COVID-19, «se ha quedado en mera propaganda».
En este sentido explican que uno de los requisitos indispensables para que los establecimientos puedan ofertar los bonos es disponer de datáfono, un elemento que recuerdan que es «muy poco utilizado» por el sector en la provincia, y en conjunto de la Comunidad Autónoma.
En una reunión de la Federación de Empresarios de Castilla y León con la Dirección General de Turismo, la Junta propuso otro sistema de pago, que consistiría en la cesión de datáfonos por parte de alguna entidad bancaria a coste cero, crear una aplicación web que permita los cobros, u otros para zonas con mala cobertura. Desde la Federación consideran «rocambolesco» este sistema ideado por la administración autonómica.
«El método propuesto por Turismo consiste en lograr un acuerdo con una agencia de viajes que comercialice el establecimiento rural, obviamente cobrando una comisión, además la casa rural debe crear en solitario o en colaboración de otras empresas un paquete turístico, algo que se escapa de las posibilidades de la mayoría de estos micronegocios. Por si esto fuera poco, el que un cliente tenga que buscar un alojamiento rural en el epígrafe de paquetes turísticos hace casi imposible que se logre ninguna reserva», señalan.
Hasta la fecha solo unas 75 casas se han suscrito, a nivel autonómico a la promoción (existen más de 4.000), lo que desde Turalbur señalan que indica el «fracaso» que ha supuesto la propuesta en el mundo rural de Castilla y León.
«El uso del datáfono es muy extraño por parte de las casas rurales de la provincia, a las altas comisiones bancarias, se une la carencia de cobertura en muchas zonas, lo que no permite la utilización fiable del aparato. También se estila el pago con tarjeta mediante otros procedimientos, principalmente por pasarelas de pago en internet, con menores costes para los empresarios», recuerdan.
Por otra parte, el sector vuelve a lamentar los requisitos exigidos para acceder a las líneas de ayudas para autónomos y empresas afectados por la pandemia, y explican que las escasas solicitudes hacen que la Junta haya vuelto a ampliar, hace unos días, la convocatoria. «El supuesto apoyo que se ofrece, ayuda solo a aquellas empresas que adeudan dinero a sus proveedores, o hayan solicitado créditos, lo que deja sin ellas a la inmensa mayoría de las casas rurales de la provincia”.