La Catedral de Burgos abre sus puertas en horario nocturno para dar la bienvenida a los primeros visitantes de ‘Stella’, una experiencia inmersiva puesta en marcha por la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 y Endesa, dentro de los actos de conmemoración de los ochocientos años del templo. Única en el país, ‘Stella’-que significa ‘estrella’ en latín y hace referencia a la Virgen María- deslumbró a los primeros 120 visitantes que en la noche del martes acudieron al templo para conocer otra perspectiva de la joya de la capital burgalesa.
Una maravilla, sublime, precioso, impresionante son algunos de los adjetivos utilizados por aquellos que pudieron disfrutar de esta experiencia que combina el sonido, la luz y el videomapping, creando para los visitantes un relato que permite conocer los inicios del templo burgalés y el desarrollo de algunos de sus elementos más característicos. Con el objetivo de dar a conocer esta novedad, la organización ha organizado 18 pases gratuitos los días 28 y 29 de diciembre y 2,3,4, 10, 11, 12 y 13 de enero, con 60 personas en cada uno de los dos pases diarios.
Tras conocerse la noticia, el éxito fue tal que las entradas se agotaron en apenas unas horas el mismo martes 28 cuando salieron a la venta, siendo los más madrugadores los afortunados que consiguieron entradas para los primeros pases. Ninguno quiso perderse esta primera muestra de luz y sonido en la Catedral, y puntualmente a las 20.30 horas todos los visitantes esperaban con impaciencia iniciar la visita. El deán de la Catedral, Vicente Rebollo, fue el encargado de darles la bienvenida, explicando en qué consiste esta “especial visita”.

El recorrido comenzó en la Capilla de la Presentación, donde la luz- hilo conductor de toda la experiencia- explicó los orígenes de la Seo burgalesa, un sueño del obispo Mauricio y el rey Fernando III, para rendir homenaje a la Virgen María. Este primer episodio sorprendió con sus imágenes y sus luces a los asistentes, que comentaban entre ellos con emoción “lo bonito que era todo”.
La segunda parada fue la Capilla de Santa Ana donde el retablo de Gil de Siloé tomó el relevo, mostrando algunas de sus escenas más representativas. Aquí los visitantes pudieron escuchar un salve rescatado del siglo XV, en la voz de un niño. La Escalera Dorada es el tercer escenario, donde el juego de luces toma un papel importante, destacando aquellos elementos más característicos de esta famosa escalinata, a la vez que se explica su historia e importancia.
La Capilla de los Condestables no podía faltar en esta experiencia inmersiva, y en ella los burgaleses pudieron conocer el origen de esta Catedral dentro de otra Catedral, resaltando la figura de doña Mencía de Mendoza y el importante papel que jugó en su construcción.
La visita finaliza en el Altar Mayor de la Catedral, el plato fuerte del recorrido, donde la luz incide sobre el Retablo Mayor, señalizando las diferentes escenas y jugando con la iluminación para centrar la mirada de los visitantes en aquello que están explicando y que al terminar desató los aplausos de los asistentes, sin saber que quedaba un número final, donde una sucesión de imágenes y sonidos encandilaron al público. Palomas, campanas, ángeles y velas fueron algunas de las imágenes que podían verse proyectadas sobre el Retablo Mayor, que junto al juego de luces impedía al público apartar la vista de él y que volvió a arrancar los aplausos de todos cuando terminó.
“Ha sido una maravilla. No me lo imaginaba así”, aseguró Arancha, una de las primeras visitantes, que destacó especialmente la catequesis del relato, afirmando que aporta una “mirada más sincera y pura” a la historia religiosa y del templo. José Rubén, conocedor también de la historia de la Catedral de Burgos alabó la experiencia, asegurando que aportaba “otra dimensión” al conocimiento previo sobre el templo, dando al espectador otros detalles que tal vez no pudieron apreciarse previamente.
La muestra encantó también a los más pequeños, entre ellos los 14 niños de la Escolanía de Pueri Cantores que acudieron a verlo como colofón al día de los Santos Inocentes. Entre ellos se encontraba Diego Espín, el Obispillo de Burgos 2021 que, al igual que sus compañeros no podía apartar los ojos de las imágenes que se proyectaban sobre las paredes o los retablos.
“Ha sido impresionante tanto el principio como el final. Te da otro punto de vista que no te puedes imaginar”, explica el director de la Escolanía, Amador Pérez, que asegura que esta visita había encantado a todos los pequeños y a sus familias, siendo esta la mejor forma de cerrar una fecha tan especial para ellos como es el 28 de diciembre.