Los profesionales del 112 de la Junta, pertenecientes al Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León, prestan sus apoyos desde ayer a las familias de las cuatro víctimas, una joven y tres varones, que perdieron en el accidente ocurrido en la carretera de Galisancho, en Salamanca. El psicólogo de este servicio, Ángel Casado, explicó que “desde el primer momento ha sido muy duro para los familiares”, y apuntó que “cualquier muerte es dura”, pero al ser jóvenes “constituyen una generación y es un golpe fuerte para todos”. Además, incidió en que “el apoyo social y familiar “es muy importante en este tipo de situaciones”, como la vivida en la localidad albense.
Desde ayer estuvieron trabajando en el pabellón municipal de Alba de Tormes, donde se instaló la capilla ardiente y donde hoy se ha celebrado el funeral por los cuatro jóvenes, tres personas en apoyo psicológico junto a otros profesionales, y como indicaron, hoy han seguido el mismo protocolo “basándose en la experiencia de ayer”.
Protocolo de atención
Desde el Servicio 112 de la Junta, el protocolo a seguir en situaciones como ésta es trabajar en un primer momento organizando el entorno y contactar con las familias para que “sus emociones puedan ir procesándose y metabolizándose” y para que “el dolor pueda ser canalizado”, aunque insistió que “no se lo podemos quitar”, pero sí ayudar a procesar la información de manera que “no les secuestre toda su vida totalmente”.
A partir de ahí, explicó Casado, se trabajan las estrategias psicológicas, se activa a la persona cuando ésta tiene una desactivación, como en los casos de ansiedad que “es lo más habitual”. Asimismo, se activan en aquellas situaciones en las que su cuerpo tenga que reaccionar para que su duelo se pueda canalizar a través de lo que ellos llaman “ventilación emocional”, o la contención de las emociones para que “no se desborde” y eso genere una situación más traumática.