El presidente del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León (Cpfcyl), José Luis Morencia, apunta a la Agencia Ical que el colectivo se prepara para una fase post-Covid para tratar posibles secuelas respiratorias y cardiovasculares, como la fatiga, problemas de circulación periférica o atrofia muscular, al ser todas ellas patologías enmarcadas en la descompensación cardiovascular.
Morencia afirma que en este proceso va a jugar un papel destacado la fisioterapia respiratoria, la cual es una de la especialidades “desconocidas” fuera de la profesión, pero muchos de los pacientes “dan buena cuenta de la labor” dentro de las unidades de cuidados intensivos y en las plantas hospitalarias, donde se ayuda a los enfermos a “no perder capacidad física y respiratoria”.
Al mismo tiempo, tanto en la atención primaria como la hospitalaria, el colectivo pretende instaurar “un programa centrado en las secuelas de la enfermedad, aunque hasta la fecha son medianamente desconocidas”. En ese sentido, comenta que, a los compañeros más mayores, esta situación les recuerda, con matices, a todo lo ocurrido con posterioridad al síndrome tóxico de la colza de 1981, en el que la fisioterapia “fue clave y en el que tampoco se sabía muy bien las posibles secuelas”, apostilla.
A mayores, tras el incremento de la práctica deportiva de estos días tras la desescalada y con el fin de evitar problemas, recomienda “tomar la vuelta a la actividad con tranquilidad y progresión”. “No pasa nada por salir a andar deprisa o hacer ejercicio muy suave previamente a correr o a retomar la práctica deportiva”, quien subraya que, aunque se haya realizado actividad en casa, el “equilibrio, la coordinación y la propiocepción se resiente tras dos meses sin salir”.
“Hay gente joven que comenta que le costaba bajar y subir escaleras o que se le va el pie por terreno irregular. Parece increíble, pero son muchos días en espacios, en ocasiones, muy limitados”, puntualiza. Por este motivo, es preferible ir adaptando poco a poco al organismo con ejercicios livianos con un buen calentamiento, a partir de estiramientos antes y después de cualquier actividad para poder progresar poco a poco, con el fin de escuchar al cuerpo y parar y bajar la intensidad con cualquier molestia, detalla.
Atención progresiva
El presidente del Cpfcyl asegura que son un colectivo sanitario “especialmente castigado” por la situación provocada por la crisis sanitaria del Covid-19, con compañeros en “primera línea de fuego y otros obligados, en primera instancia, a permanecer abiertos en sus centros a pesar de demostrar fehacientemente no atender urgencias”. Por ello, la “simple posibilidad de atender con cierta asiduidad ya es esperanzadora”, dado que, como sanitarios, representarán un “protagonismo grande en la recuperación”, tanto de las secuelas de Covid-19 como en el hecho de paliar los problemas derivados de la inactividad y del confinamiento.
Además, la escasez de Equipos de Protección Individual, el coste de los mismos y la cantidad de precauciones a tener en cuenta debido al contacto directo con los pacientes “están siendo malos compañeros en este inicio de la vuelta a una anormal normalidad”, apunta. No obstante, deja claro que, aunque la intención futura del Ministerio de Sanidad es rebajar alguna de ellas con el fin de poder realizar las intervenciones con mayor comodidad, “no conllevará falta de seguridad del paciente”.
Para acudir a una clínica de fisioterapia, el paciente deberá ir con “la menor cantidad de ropa y bisutería posible, así como provisto de mascarilla”. A mayores, se lavará “concienzudamente las manos antes de acceder a una estancia convenientemente higienizada y desinfectada”. Por su parte, el profesional va a estar “más cubierto” de lo habitual, quien puntualiza que el uso de guantes “es lo que peor se lleva, ya que las manos son una herramienta que se prefiere usar sin aditivos”. Obviando este detalle, Morencia recalca que “ahora debe primar la seguridad del paciente, más todavía al desconocer con detalle algunos mecanismos de transmisión”.
Actividad en Palencia
La delegada del Cpfcyl en Palencia, Ainhoa Del Amo, afirma a Ical que en el ámbito de la Sanidad Pública, los compañeros se han puesto al servicio de las necesidades de sus centros de atención primaria o del Hospital Rio Carrión. Además, en los centros educativos, se ha intentando que los alumnos “con necesidades motóricas, a través de pautas y utilizando las nuevas tecnologías, pierdan lo menos posible”. Respecto al sector privado, la gran mayoría de clínicas de los compañeros fisioterapeutas cerraron como medida preventiva y poder frenar la propagación del Covid-19, con la única atención de urgencias, añade.
Asegura que, por ahora, no están todas las clínicas abiertas, ya que muchas de ellas “están en fase de preparar todo lo que requiere la situación, donde encontrar Epis no está siendo una labor fácil y con un gran coste económico”. Aun así, señala que en estos primeros días de atención con cita previa se ha producido “más demanda de la pensada”. “Se creía que el miedo iba a dejar a muchos usuarios en casa”. No obstante, aclara que “no se puede generalizar, por lo que se podrá contestar con más certeza en un par de semanas”.
Además del protocolo de seguridad que se ha remitido por parte del Consejo General con el asesoramiento y el visto bueno del Ministerio de Sanidad, puntualiza que se está confeccionando uno que será actualizable progresivamente con la desescalada. Señala que se están atendiendo todas las dudas a las posibles y, en ocasiones, flexibles interpretaciones de la norma por redes sociales, WhatsApp corporativo, teléfono y correo electrónico.