El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (indicador que se conoce como tasa AROPE) se situó en Castilla y León en 2019 en el 16,7 por ciento, 2,8 puntos menos que el año anterior, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De esa forma, el dato para la Comunidad se posicionó muy por debajo de la media nacional del 25,3 por ciento, donde se redujo en ocho décimas respecto a 2018.
Con estas cifras, la Comunidad es la quinta con la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social más baja de todo el país, solo superada por Navarra (11,7 por ciento), País Vasco (14,4 por ciento), Baleares (15,1 por ciento) y La Rioja (15,2 por ciento). Las más elevadas se dieron en Extremadura y Andalucía (37,7 por ciento en ambos), Canarias (35 por ciento) y Murcia (31,9), además de la Ciudad Autónoma de Ceuta (45,9 por ciento).
Además, el informe recoge que el riesgo de pobreza en Castilla y León se situó en el 12,9 por ciento, 3,2 puntos por debajo del registrado un año antes, mientras que ese indicador en el conjunto del país descendió del 21,5 por ciento de 2018 al 20,7 por ciento de 2019.
El estudio concreta que los ingresos medios anuales netos por persona se situaron en Castilla y León en 12.003 euros (54 más que el año precedente), mientras que en España fue de 11.680 (268 más). Los ingresos anuales más elevados se dieron en País Vasco (15.300 euros); Navarra (13.937) y Cataluña (13.527). En el extremo opuesto se situaron Extremadura (8.796) y Murcia (8.956).
La encuesta del INE, recogida por Ical, precisa que el 4 por ciento de los hogares de la Comunidad tiene “muchas dificultades” para llegar a final de mes, cifra que asciende al 7,4 por ciento en la media nacional. Los datos de Castilla y León en este apartado solo los mejora Aragón, con el 2,2 por ciento.
El informe también refleja que una cuarta parte de los hogares de Castilla y León no tenía en 2019 capacidad para afrontar gastos imprevistos (25,2 por ciento), por debajo de la media en el conjunto de las autonomías, del 33,9 por ciento. El INE también pone de manifiesto que el 28,4 por ciento de los hogares regionales no podía permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, cinco puntos menos que la media nacional.
Además, solo el 2,2 por ciento de los hogares experimenta retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal (la cifra más baja de todas las autonomías), un dato que se eleva hasta el 6,9 por ciento en el conjunto del país.
En el conjunto del país, la tasa AROPE que mide el riesgo de pobreza o exclusión social se situó en el 25,3 por ciento de la población residente en España, frente al 26,1 por ciento registrado el año anterior. La reducción de la tasa se produjo en dos de sus tres componentes: así, la carencia material severa se redujo del 5,4 al 4,7 por ciento y el riesgo de pobreza del 21,5 al 20,7 por ciento. Por el contrario, la baja intensidad en el empleo subió una décima y se situó en el 10,8 por ciento.
Según la nacionalidad, el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza o exclusión social era del 21,7 por ciento para los españoles, del 46,2 por ciento para los extranjeros de la Unión Europea (UE) y del 54,2 por ciento para las personas cuya nacionalidad no era de un país de la UE.