Efectivos de la Guardia Civil de Burgos levantaron varias actas denuncias a un joven de 25 años, vestido de guardia civil, que viajaba en un autobús de línea regular que cubría la ruta Madrid-San Sebastián, al que adicionalmente se le intervino una pistola de airsoft y una emisora tipo walkie-talkie, según informaron hoy fuentes del instituto armado.
Los hechos ocurrieron hace unos días, cuando una patrulla de seguridad ciudadana acudía a la llamada telefónica del chófer de un autocar, quien comunicó la presencia de un viajero que vestía lo que parecía ser uniformidad oficial del Cuerpo y que portaba en la cintura una pistola. Varios pasajeros visiblemente preocupados por su presencia y por la tenencia del arma en apariencia real, alertaron al conductor que no dudó en avisar.
En una estación de la comarca del Arlanza, en Burgos, donde la línea tiene parada programada y en la que se concertó la entrevista, los agentes interceptaron e identificaron al sospechoso -ajeno al Cuerpo- que llevaba puesta una camiseta con logotipo de la Guardia Civil. Un registro a sus pertenencias y equipaje destapó la existencia de una pistola, que resultó ser de aire comprimido para airsoft; además de portarla fuera del lugar habilitado carecía de la debida tarjeta de armas que legaliza su uso. También se localizó una emisora de radiofrecuencia, encendida y dispuesta para su uso, con dos frecuencias o canales previamente introducidos; carecía igualmente de la autorización necesaria.
Por estas infracciones se levantaron actas denuncias dirigidas a las distintas autoridades competentes, como también se levantó acta por el ‘uso público e indebido de uniformes oficiales o réplicas de los mismos, que puedan generar engaño acerca de la condición de quien les use’. A pesar de las irregularidades observadas, varios testigos confirmaron el correcto comportamiento mantenido por el mismo durante todo el trayecto, por lo que se le permitió continuar viaje.