Castilla y León incorporó un total de 11.402 beneficiarios al sistema de la dependencia durante 2019, por lo que se convirtió en la segunda autonomía que más usuarios añadió, por detrás de la Comunidad Valencia, que pese a registrar un incremento de la lista de espera, sumó 13.888 personas.
Así se desprende de un informe de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. El saldo de 2019 presenta 20.000 personas más en una lista de espera que ya se eleva a 270.000 personas con derecho a servicios o prestaciones que no reciben. Preocupa también el incremento de personas pendientes de valoración de dependencia que ya asciende a 160.000 (30.000 más que hace un año).
Al incremento de personas en espera hay que añadir según la organización lo «escandaloso» de los plazos de tramitación; 426 días de media con grandes variaciones interterritoriales, lo que indica que a la losa de la insuficiencia en la financiación hay que añadir gravísimos problemas de gestión.
En Extremadura y en Asturias, durante 2019, disminuyó el número de personas atendidas (966 y 952 menos respectivamente). En la mitad de las comunidades autónomas la lista de espera aumentó: Extremadura (7,9 por ciento); Asturias (7,8 por ciento); Comunidad de Madrid (4,3 por ciento); Región de Murcia (3,9 por ciento); Islas Baleares (3,3 por ciento); C. Valenciana (1,9 por ciento); Galicia (0,6 por ciento) y Melilla (0,3 por ciento).