Aenor certificó en 2018 casi 4.000 centros de trabajo en Castilla y León, un 49 por ciento más que en 2013 (a un ritmo del 10 por ciento anual), año en el que la Comunidad y el conjunto de España empezaba a salir del peor escenario de la crisis económica y las empresas habían preferido aparcar las auditorías que les permiten obtener ciertos certificados de calidad, como los de seguridad y salud laboral (ISO 45001 y OHSAS 18001), con 335 en 2018; cumplimiento de las necesidades de los clientes (ISO 9001), con 1.524 el pasado año, y sistemas de gestión ambiental y socialmente responsables (ISO 14001), con 630, entre otros.
Las provincias con mayor a menor número de centros certificados al cierre de 2018 fueron Valladolid (1087), León (712), Burgos (616), Salamanca (446), Segovia (325), Zamora (229), Palencia (215), finalizando con Soria y Ávila con 195 y 164 centros certificados, respectivamente.
La directora de la Delegación de Aenor en Castilla y León, Inmaculada García, sostuvo que la firma, que da empleo a 15 personas en la Comunidad, “certifica y evalúa todo para otorgar normas ISO o las referenciales de empresas privadas”. “Cuando son esquemas reconocidos certificamos la conformidad de todos los tipos, también bajo petición”, comentó en declaraciones a Ical.
Aunque el abanico de tipos de empresas que abarca la firma es “inagotable”, el sector agroalimentario copa el 15 por ciento de las certificaciones en Castilla y León de Aenor, Comunidad en la que se implantó, con oficina abierta, desde hace 15 años. García recordó que tras la crisis económica, “la actividad empresarial disminuyó y la de Aenor, lógicamente, también”. “Pero hemos empezado a recuperarnos, con un 11 por ciento de crecimiento en el último año y un 50 en un lustro”, aseguró.
Además de la agroalimentación, la industria de transformación es otro de los más importantes en este punto, donde las principales certificaciones son “generalistas y transversales”.
Uno de los esquemas que ha tomado gran peso en los últimos años es la denominada Compliance penal (UNE 19601), con el objetivo de prevenir infracciones y delitos para impedir sanciones a la empresa. También cuenta con diferentes enfoques de delito tributario, penal y antisoborno, que son los tres ejes. “Previenen actos ilegales de todo tipo y protege, entre comillas, que el consejo de administración de una empresa pueda tener un problema a nivel judicial”. “Es una atenuante a la hora de verte con un procedimiento judicial”, comentó. En Castilla y León, prosiguió, Aenor desarrolla actuaciones para dinamizar este tipo de certificaciones.
Para ello contribuye en parte que la marca Aenor “está muy reconocida y es imagen de calidad, de cara al consumidor, no sólo de negocio”. “Le damos a los clientes el plus de rigor, transparencia, confianza y un alto grado de fidelidad de los clientes”, resaltó Inmaculada García. De hecho, algunas de estas certificaciones, como en el sector agroalimentario, “son exigencias del cliente final, de la gran distribución a sus proveedores”.
Proceso
García relató el proceso, que se inicia cuando el cliente se pone en contacto con Aenor. Aceptada la propuesta económica y de plazos, las especificaciones tienen unos ciclos de tres años. En el primero se realiza una auditoría inicial, para concederlo o no, aunque “casi siempre es positivo por que el cliente se lo ha preparado”. A partir de ahí se elaboran auditorías de seguimientos anuales, el segundo y el tercero. “Una vez pasado el ciclo hay que empezar otro, con una auditoría de renovación y empieza otra vez el seguimiento. Los certificados tienen una validez de tres años y caducan. En las auditorías de seguimiento anual no se audita el cien por cien de los requisitos. En cambio las de renovación son completas”, comentó García.
Se puede dar el caso de que un cliente que abra una nueva fábrica o incremente la variedad de productos solicite una nueva auditoría, que será extraordinaria.
En síntesis, contar con certificados de este tipo permite contar a los clientes con los “valores y conocimiento” de una marca reconocida, aunque “parezca abstracto”. “Trabajamos con profesionales muy capacitados. Aportamos rigor y sobre todo confianza en el cliente, que nos ve como un aliado con el que se puede contar”, concluyó.