La Villa Ducal de Lerma acogió hoy la celebración de los actos fuertes de su tradicional Fiesta Barroca, que este año cumple veinte años desde su primera edición. La luz, el color, la música y los trajes ambientados en el siglo XVII fueron los protagonistas de estos festejos, que recuerdan las celebraciones que organizaba el Duque de Lerma en su época, como una forma de atraer la atención de los nobles, y así hacer olvidar al pueblo español las miserias y decadencia que vivía el país tras las guerras del siglo anterior.
Este año, con motivo de su veinte aniversario, así como la celebración de los 40 años de la Asociación La Hormiga, encargada de la organización, se llevaron a cabo diferentes actividades, entre ellas la recreación de los Tercios, cuyo campamento se abrió durante la mañana de hoy, permitiendo al público disfrutar de actividades de instrucción de las diferentes armas y utensilios.
Uno de los platos fuertes del sábado, tal y como asegura la presidenta de ‘La Hormiga’, Eva Blanco, es la representación de la obra ‘La burgalesa de Lerma’, de Lope de Vega, que volvió hoy a escena tras veinte años sin ser interpretada en esta fiesta. Una representación que Blanco afirma que “relata a la perfección lo que eran las fiestas del Duque de Lerma”.
El correfuegos fue otro de los eventos más destacados, en el que los diablillos de la noche recorren las calles de la Villa asustando a los visitantes con sus bromas. Este año además, con motivo de Las Edades del Hombre y la muestra ‘Angeli’, los querubines acompañaron a los diablos en su recorrido, en un espectáculo que buscaba ser sorprendente.