La Guardia Civil sorprendió in fraganti a un hombre que utilizaba aparejos de pesca con varios anzuelos, denominados, sedales durmientes, en una zona libre de aguas trucheras del río Tera, a su paso por Galende (Zamora). Ese tramo se encuentra en la zona especial de conservación ‘Ribera del río Tera y afluentes’, un espacio incluido en la Red Natura 2000.
Los agentes del Seprona de Puebla de Sanabria, que hacen servicios específicos de control y vigilancia en las zonas pesqueras de la provincia, detectaron el uso de esas artes de pesca prohibidas en ese tramo del cauce y establecieron varios dispositivos de vigilancia para identificar a la persona que colocaba los sedales durmientes hasta que, el día 30 del pasado mes de mayo, identificaron a un vecino de Galende, al que pillaron justo cuando manipulaba los sedales.
La Benemérita elaboró la correspondiente acta de denuncia y se incautó de las artes de pesca prohibidas, que resultan “altamente perjudiciales” para la fauna ictícola, debido a su carácter no selectivo y a su repercusión sobre especies bioindicadoras de “gran sensibilidad” a cualquier alteración de su hábitat, como la Galenys Pirenaicus (desmán ibérico), Lutra Lutra (nutria), o la Salmo Trutta (trucha común), según precisaron fuentes de la Comandancia de Zamora.