La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) urge a la Asociación Regional de Empresarios de Ambulancias de Castilla y León (ALECA) a cerrar el nuevo convenio del sector y denuncia que la negociación «se está alargando excesivamente, más de dos años ya”.
CSIF insta a la patronal a tener una “voluntad real para alcanzar un acuerdo digno para los trabajadores del transporte sanitario de la Comunidad» y lamenta que estos profesionales «tienen los peores salarios de España». «Las negociaciones no avanzan al ritmo esperado, y los ofrecimientos de la empresa no son suficientes para suplir todas las carencias con las que el colectivo tiene que convivir”, indica.
El convenio afecta a más de 1.300 trabajadores en Castilla y León, que desde hace una docena de años, «no han tenido incrementos» en sus nóminas. “Los aumentos deberían compensar la falta de subida a lo largo de tantos años, tomando al menos un tres por ciento anual de aplicación sucesiva, como método para compensar la enorme pérdida de poder adquisitivo que correspondería en el acumulado”, defiende la organización.
En el caso de los contratos en prácticas, CSIF constata que se mantienen en torno al 80 por ciento del salario que percibe un trabajador fijo de plantilla, lo que «deja en indefensión económica a quienes entran a trabajar en esas condiciones».
CSIF también critica los riesgos que sufre el colectivo porque muchas de las ambulancias cuentan con 400.000 o 500.000 kilómetros ya cumplidos; y denuncia además que muchas de las bases, en la que los trabajadores del servicio de emergencias realizan las tareas cotidianas durante las guardias (descanso, comidas o cenas) “dejan mucho que desear en cuanto a salubridad, higiene o simple dotación de material».
En este contexto, recuerda a la Junta de Castilla y León, que «debería ser la más interesada en ofrecer un servicio de calidad, y ser garante de que se cumplan los acuerdos pactados en el contrato público de servicios».