Todos los domingos, por las mañanas, se toman ya muestras de las aguas residuales de Valladolid para ser enviadas a laboratorios de Alicante y Murcia, donde se analizarán para rastrear las trazas del SARS-CoV-2 y anticipar un brote de COVID-19 en la ciudad.

La concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, visitó hoy las instalaciones después de que se iniciara la toma de muestras la semana pasada, a través del proyecto del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en colaboración con el de Sanidad, la Junta y el Ayuntamiento. Además, de la ciudad, Soria es el otro municipio elegido en la Comunidad.
De esta forma, la edil explicó que en las últimas semanas se trabajó para establecer los protocolos de actuación para conocer el proceso a seguir por parte del equipo de coordinación establecido. Este domingo personal de Tragsa acudió a la depuradora para tomar muestras, que son enviadas para su análisis, bajo los mismos parámetros a Alicante y Murcia.
En principio, se darán resultados del muestro todos los domingos por la mañana, porque precisamente en este horario es cuando se produce, según indicó María Sánchez, la mayor carga de aguas residuales. De esta forma, con el paso de las semanas se podrá tener datos ciertos de la evolución de la pandemia en la ciudad, a partir de las detecciones de la presencia del coronavirus.
Así, si se detectara un incremento de las trazas del virus en las aguas residuales se estrecharía el cerco sobre la zona o el barrio del que puedan proceder para anticipar la posibilidad de que se vaya a producir un brote del COVID-19. En síntesis, remarcó que el objetivo es “adelantarse” a posibles problemas de salud pública.
Por su parte, el gerente de Aquavall, Pedro Arroyo, indicó que se toman muestras a la salida, donde no se espera encontrar nada reseñable, y a la entrada, donde están las aguas todavía sin tratar. Con ello, indicó que se busca testar o comprobar el funcionamiento de la estación a la hora de eliminar contaminantes nuevos, como los microplásticos, o también virus, como éste, o antibióticos.
Arroyo precisó que si se detecta también el COVID-19 en la salida esto no quiere decir que la estación depuradora esté funcionamiento de forma incorrecta, sino que se debe ajustar o acondicionar el sistema de tratamiento, que recalcó está diseñado para contaminantes “muy específicos”.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico controla 30 depuradoras de aguas residuales urbanas, entre ellas las de la Comunidad, así como una decena de zonas de baño, entre las que se encuentra la zona del río Pisuerga a su paso por Valladolid, con el fin de llevar a cabo en estas zonas muestreos de carácter periódico para analizar la concentración de los restos de COVID-19 que puedan existir en el agua así como alertar de posibles rebrotes.
Se trata del proyecto estatal de vigilancia para alerta temprana de COVID-19 en aguas residuales, denominado VATar-COVID19, que contribuirá a identificar la presencia de personas infectadas a través de las aguas residuales de la depuradora de la población.