Agentes de la Comisaría Provincial de Burgos detuvieron a un varón, cuyas iniciales son F.F.M.D, de 57 años de edad, con numerosos antecedentes, como presunto autor de multitud de delitos contra el patrimonio, fundamentalmente robos con fuerza en viviendas habitadas, investigaciones seguidas dentro del marco de la ‘Operación Urraca’.
El subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, junto con el comisario jefe provincial, Jesús Nogales, comparecieron telemáticamente para explicar esta importante operación llevada a cabo por la Policía Nacional. Así, relataron que la investigación se inició a finales de 2018, al observar dentro del estudio delincuencial de la ciudad de Burgos y su alfoz un incremento inusual en los robos con fuerza en las cosas cometidos inicialmente en viviendas unifamiliares, segundas residencias, merenderos y fincas rurales apartadas del núcleo urbano, concretamente en las inmediaciones del barrio de Villatoro, Villímar, Castañares y otras localidades próximas a la ciudad de Burgos.
Todas ellas presentaban un patrón común de ejecución en su comisión. El autor de los mismos, durante la noche, forzaba y burlaba los sistemas de seguridad de dichos inmuebles, utilizando palanquetas y llaves de uña, forzando ventanas y cortando candados, incluso en algunas ocasiones procedía a cortar la valla metálica que delimitaba el perímetro de las mismas para acceder a su interior.
En otras, precisaron, era a través de “escalo” la forma de acceder a propiedades ajenas, debido a la buena forma física que presenta el detenido, lo que inicialmente llevó a pensar a los investigadores que pudiera tratarse de alguien mucho más joven. En la mayoría de los hechos denunciados, los perjudicados relataban que el autor había consumido bebidas o tabaco en el interior de los inmuebles.
“Esta persona cuando entraba en una vivienda no se dedicaba a robar lo más valioso sino a robar todo lo que podía y desvalijaba completamente la vivienda; se va con todo aquello que podía por lo que tenemos muchos objetos sin un aparente valor”, indicaron. El inspector Alfonso Rodríguez señaló que los robos con fuerza en el interior de los domicilios habitados les efectuaba “con la gente durmiendo en el interior por la noche, los cuales al despertarse por la mañana se encontraban las estancias de su domicilio totalmente revueltas, echaban en falta joyas, dinero, efectos de valor, aparatos electrónicos pero también efectos de apenas valor económico y objetos decorativos de mero antojo y capricho”.
A medida que la investigación avanzaba, este tipo de hechos delictivos se fueron intercalando con la comisión de robos con fuerza en interior de vehículos, así como en naves industriales y talleres mecánicos, lo que llevó a los investigaciones a abrir operaciones paralelas pensando que pudiera tratarse de otros grupos delincuenciales diferentes los que estuvieran detrás de esos ilícitos.
La sensación de “inseguridad”, dijo De la Fuente, fue mucho mayor cuando este tipo de hechos se empezaron a compaginar con diferentes robos con fuerza en domicilios habitados, en concreto en casas unifamiliares, con sus moradores dentro durmiendo, que al despertar por la mañana se encontraban con todas sus dependencias revueltas, echando en falta multitud de efectos de todo tipo, desde material electrónico, herramientas, joyas, dispositivos móviles y dinero en efectivo, a objetos ornamentales sin aparente valor monetario, fundamentando la sustracción de los mismos en el mero capricho o antojo.
Detenido en 2005
Las investigaciones se establecieron sobre una persona tras haber analizado pormenorizadamente el perfil del autor, y comparándolo con personas detenidas anteriormente por hechos de similar naturaleza, encajando perfectamente con un varón que fue detenido en agosto del año 2005 por agentes de la Comisaría de Burgos, al cual se le imputaron en aquella ocasión más de 50 robos en el interior de domicilio, interviniendo en los registros practicados, gran cantidad de efectos de todo tipo, innumerables joyas y más de 114.000 euros en efectivo.
Se constató que esta persona había permanecido en prisión hasta finales del año 2017, fijando su residencia a comienzos del año 2018 en barrio periférico de la ciudad de Burgos, momento coincidente a partir del cual comenzó este incremento significativo en los robos con fuerza expuestos.
En fecha 27 de mayo, y después de constatar tras una ardua investigación el lugar final de ocultación de los efectos sustraídos, el presunto autor de hechos fue detenido. En ocasiones, este los dejaba ocultos en “zulos intermedios” para evitar ser interceptado por funcionarios policiales por la noche, portando los mismos después de la ejecución del robo, durante el día, con la finalidad de pasar más desapercibido, los trasladaba hasta su domicilio, lugar donde los iba acumulando para tener disponibilidad de los mismos y disfrutar de ellos a su antojo.
Centro médico de Villatoro
El fin de semana anterior a su detención se produjo el robo con fuerza en el centro médico de Villatoro, lugar del que sustrajeron varios equipos informáticos, lo que ocasionó que se tuvieran que suspender las consultas médicas en dicho centro, con lo que esto conlleva en el momento actual. Los investigadores procediendo a su detención una vez acreditada su participación en los hechos. En el registro practicado en su domicilio se recuperaron multitud de efectos de todo tipo, entre los que se encuentran la totalidad de ordenadores e impresoras sustraídas en el centro médico de Villatoro, recuperación que permitirá reanudar las consultas médicas con total normalidad.
Igualmente, se recuperaron numerosas joyas, aparatos electrónicos, armas, efectos procedentes de robos con fuerza en interior de vehículos tales como gafas de sol, mandos a distancia, efectos procedentes de robos en merenderos tales como herramientas, figuras decorativas y útiles de todo tipo, los cuales ya están siendo reconocidos por sus legítimos propietarios. También se intervino un patinete valorado en más de 1.600 euros y varias bicicletas de alta gama, en concreto una valorada en casi 4.000 euros, la cual fue sustraída durante el confinamiento de un garaje del centro de la capital.
De todos los efectos reconocidos, los que cobran gran importancia, son los que acreditan la participación de esta persona en los robos con fuerza en casa habitada con sus moradores dentro mientras dormían durante la noche, debido a la sensación de inseguridad que producen este tipo de ilícitos, y la tranquilidad que percibe la ciudadanía cuando el autor de los mismos es detenido. Igualmente se ocuparon multitud de efectos procedentes de hurtos masivos en establecimientos comerciales de la capital, lo que pone de manifiesto la pluralidad de modos de ejecución de los ilícitos investigados.
Más de 40 hechos delictivos
Hasta el momento, y en tan solo en 72 horas, desde su detención hasta su puesta a disposición del Juzgado, tiempo con el que han contado los investigadores para practicar gestiones sobre los efectos intervenidos, se han podido acreditar fehacientemente más de cuarenta hechos delictivos, si bien la investigación continúa abierta, y teniendo en cuenta el volumen de efectos ocupados y con el pleno convencimiento que su origen es ilícito, es muy probable, según auguraron, que la cifra final de hechos acreditados supere el doble de la actual.
Algunos de los hechos acreditados fueron cometidos en pleno estado de alarma en el que está inmerso el país con motivo de la publicación del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, para la gestión de la situación de la crisis sanitaria por el COVID-19, por lo que igualmente esta persona tendrá que responder por su incumplimiento. El detenido, tras las diligencias instruidas, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos, en funciones de guardia, decretándose su ingreso en prisión.
Por último, hicieron un llamamiento a las personas que hayan sido víctimas de cualquiera de los tipos delincuenciales expuestos anteriormente en los dos últimos años tanto en la ciudad de Burgos como en localidades de la provincia cercanas a la capital, para que se pongan en contacto a través del correo electrónico burgos.grupoderobos@policia.es o en el 947.28.24.10 (en horario de 08:30 a 14:00 horas), en caso de estar interesados en ver de manera presencial los efectos intervenidos, por si entre los mismos se encontrase alguno de su propiedad, con la finalidad de concertar cita previa.