Agentes medioambientales y celadores de las comarcas segovianas de Boceguillas y Riaza localizaron una zona de monte con un gran número de vehículos de recolectores, que habían acudido al lugar atraídos por la masiva fructificación de níscalos. Tras las oportunas inspecciones se decomisó una cantidad aproximada de 230 kilos de níscalos de recolectores que no disponían del permiso de recogida y se tramitaron las correspondientes denuncias.
Desde el servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta en Segovia recordaron que la mejor manera de disfrutar del aprovechamiento micológico es informarse previamente sobre la legislación que regula esta actividad, ya que la expedición de las licencias micológicas se puede realizar en www.micocyl.es, y para cualquier duda o consulta, los interesados pueden ponerse en contacto con los agentes medioambientales de la zona. Además, para comercializar las setas es necesario disponer de licencia comercial.
De acuerdo con la regulación actual, los terrenos que disponen de recurso micológico se dividen en acotados, reservados y libres. Los montes de utilidad pública solo pueden ser o acotados o libres, y los terrenos privados, sean particulares o ayuntamientos, si el propietario no ha señalizado la prohibición de recoger setas son de libre recolección.
De esta forma, expusieron desde la Junta, las praderas, eriales o terrenos agrícolas que llevan bastantes años sin labrar y donde tradicionalmente se han recogido setas como las de cardo, senderuelas o champiñones, si no tienen señalización en contra, son zonas libres. En ellas no es necesario disponer de permiso, pero no se pueden coger más de tres kilos por persona y día, y tampoco se pueden comercializar.
Para ser recolectable, el tamaño mínimo del diámetro del sombrero, o parte más ancha de una seta, se establece con carácter general en 4 centímetros, con algunas excepciones como las senderuelas de dos centímetros y el perrechico, de tres centímetros. El tipo de envase para la recogida tiene que ser rígido o semirígido y permeable, como una cesta, para que las esporas de los hongos puedan diseminarse por el campo.
Los terrenos acotados son generalmente montes de utilidad pública que pertenecen a entidades públicas que se han incluido dentro de un Coto Micológico, y en ellos es necesario obtener un permiso para recolectar setas. Este permiso puede ser recreativo o comercial, en el reverso del mismo aparecen las condiciones que se han de cumplir. Se pueden obtener en los ayuntamientos que se hayan adherido a dicho Coto Micológico o en la página web de ‘micocyl’.
Los montes o terrenos acotados, deben estar señalizados, al menos en sus accesos principales, como en ocasiones esta señalización se puede haber deteriorado o desaparecido, ante la duda se puede preguntar en el ayuntamiento, o contactar con el Centro Forestal más próximo.