Ángel Rufino, más conocido en Salamanca como ‘El Mariquelo’, cumplió hoy un año más con la tradicional ‘Ascensión a la Catedral Nueva’ de la ciudad, en un acto que celebra su trigesimotercera edición. A pesar de la amenaza de lluvia, Rufino subió hasta la ‘Campana Grande’ del templo, denominada ‘María de la O’ y allí recordó aquel terremoto que amenazó Lisboa en 1755, y que por suerte, no dejó víctimas en Salamanca. En esta ocasión, ‘El Mariquelo dedicó’ “esta subida” a los afectados por ictus, los alcohólicos rehabilitados y a las enfermedades raras.
Centenares de ciudadanos, curiosos y visitantes esperaban expectantes en la Plaza de Anaya y alrededores, la tradicional subida del Mariquelo a la Catedral Nueva como cada 31 de octubre. Tras un breve discurso en el que no faltaron los cánticos acompañados de gaita y tamboril, tuvo lugar la suelta de palomas desde lo alto de la torre, que finalizó con el toque de 33 campanadas en honor a los años de celebración.